Evitando los tiros a la cabeza

Hace años, con mi compadre Javier, un joven y ya experimentado cazador, una oscura noche nos separamos en el monte para cazar un  jabalí. La oportunidad se le presentó a él, con su Ruger 44 magnum le descerrajó un tiro en la frente, un poco por arriba de los ojos, el pesado proyectil destrozó la cabeza de la bestia y se alojó en la columna. Cuando llego y lo encuentro estaba en el suelo, Javier estaba en el suelo, tomándose la rodilla con ambas manos. El certero tiro no logro parar la embestida a tiempo y llegó hasta él.

Algún tiempo después me toca a mí, disparo con una 9mm a un jabalí, de frente, escapó hacia donde yo estaba. Disparé todo el cargador, vi los impactos en su pecho y cabeza, no pude detenerlo, al salir de su camino alcanzó a lastimarme la pierna, y siguió, gracias a los perros que venían detrás. Cambio el cargador y corro tras él, lo encuentro enseguida, los perros, algún cuzco bullanguero y otros mestizos avezados en esta lid, lo tenían empacado, increíblemente en un claro del monte. Apenas me vio se repitió la historia, disparo de frente, solo que esta vez, al cruzarnos, dos tiros de costado, que de casualidad entraron al codillo, lo dejaron pataleando. Tenga en cuenta que aquí los montes son cerrados, por eso el uso de pistolas y revólveres, con tiros a corta distancia.

También he escuchado la historia de un muchacho que apostado, le disparó con un fusil a un jabalí, derribándolo, cuando se acercó,  éste se reincorporó y lo atacó. Pidió auxilio y acudió su padre que solo pudo verlo morir en sus brazos, debido a que le cortó la femoral. Al muchacho le encantaba cazar y sabía como hacerlo, pero esta vez, quizás al ver la bestia en el suelo, olvidó que un jabalí es una de las presas mas peligrosas y pagó con su vida el olvido.

Los jabalíes son de los animales mas peligrosos para cazar, son resistentes rápidos y muy inteligentes. De hecho, algunos estudios lo sitúan entre los mas sagaces del planeta. Y si se combina con un agudo olfato, afilados colmillos y su temperamento ardiente, se obtiene una receta mortal.

Estos animales si pueden atacan a los cazadores, no se rinden sin luchar, así que hay que disparar con seguridad y certeramente. El verdadero cazador se adhiere al concepto de caza ética. Esto incluye el conocimiento y el respeto de la pieza que uno caza. Esto permite matar al animal de un solo tiro, causando el mínimo sufrimiento. Por eso es menester disparar a zonas vitales de la presa, esto es el corazón y la zona pulmonar. Ahora, si Ud. mi amigo montaraz, es capaz de acertar un tiro al cuello partiendo la médula, lo felicito, pero siendo un animal que rara vez queda quieto, yo no lo hago.

Siendo el jabí un animal muy inteligente, tiene un cerebro pequeño, por lo que más de un cazador, que le disparó a la cabeza, llega y es atacado, ya que no le destroza el cerebro. Aparte de ser un tiro difícil, el pequeño cerebro está protegido con seguridad por un cráneo muy grueso y resistente. Y con un ángulo que desvían los plomos y un cuero pectoral muy duro, como aprendí amargamente cuando usé la 9 de frente.

Disparar a la cabeza requiere de una habilidad difícil de adquirir y correcta elección de la munición. En lo personal, no conozco cazadores que puedan hacerlo. Así que si no lo es, requiere de varios disparos a la cabeza, y eso...no es ético. Sin decir que el jabalí de por sí agresivo, solo se enfada mas, con el riesgo que representa para el tirador.

Convengamos que si hay un tiro mal puesto en un jabalí y que este huye después, lo cual no es malo, ya que no nos ataca, y dejando la ética de lado por lo de un solo tiro, pero sí por ética después debemos seguirlo. Y acá empiezan los problemas. No espere encontrar un gran rastro de sangre, generalmente, el rastro de sangre empieza a los 30 o 40 metros del lugar del disparo. Esto es así porque el pelaje, el cuero y hasta la grasa que tenga, evita un rastro de sangre como lo haría un ciervo. Y ya nos amargamos para encontrarlo.

Pero volvamos a los disparos en la cabeza, con fusil, las posibilidades se reducen, y no por algo tan obvio como la gravedad, que cuando más lejos está la presa mas afecta el tiro. Y si su objetivo es un jabalí que se mueve todo el tiempo, resulta irreal acertar en su pequeño cerebro. Y los problemas no acaban con la gravedad, también está el viento, y no importa en que dirección sople, siempre afectará la precisión del disparo, y si no dominas las formulas para corregir el tiro...

Entonces, si no hay que disparar a la cabeza, ¿Dónde hay que disparar para cumplir con la ética y seguir vivo? Pues a los órganos vitales, corazón y pulmones, ya que el cerebro está descartado. Lo principal que hay que entender es que no se le dispara como a un ciervo, ya que su anatomía es diferente y puedes impactar en los intestinos. Esto le permitirá seguir cazando, sin tener que salir a buscar un rastro.

¿Y el otro tiro, al cogote? no es aconsejable, como dijimos, pero quizás quiera saber donde hacerlo. Se realiza una línea imaginaria desde las patas delanteras hasta la parte superior de su lomo. Y le dispara en la intersección con la otra línea imaginaria que nace desde la raíz de la oreja hasta la mitad de sus costillas.

Pero merece la pena que sepa a que tipo de jabalí le disparará, si pesa menos de 56 kg, un disparo al medio de una línea que va desde la mitad del pecho hasta la mitad de la caja torácica, será suficiente para matarlo. Le darás a ambos pulmones, matándolo rápidamente y sin agonía. Pero en caso de los jabalíes mas grandes deberá enfrentarse a una coraza que protege a los órganos vitales. Los machos desarrollan un cartílago especial detrás de los hombros para protegerse en las peleas con otros jabalíes. Cubre un área que va desde los hombros hasta la parte delantera de los muslos. En los padrillos mas viejos, la coraza puede tener hasta 5cm de grosor, pero no significa que es a prueba de balas, pero afectará al disparo.

No es fácil, ¿No? entonces busquemos algo más fácil, un ciervo. Problemas, este tiene un cerebro del tamaño de una pelota de béisbol. Recuerda que si erras no es ético, el ciervo sufrirá. Un buen disparo sería al pecho, aumenta las posibilidades de una muerte rápida. Mínimo sufrimiento para el animal y mínimo daño a la carne que se consumirá. Lo bueno en este caso es que el corazón es del doble del tamaño de su cerebro, y se halla rodeado por los pulmones. También cuenta con grandes arterias que recorren la cavidad torácica y golpearles lleva a una importante pérdida de sangre y caída de la presión.

Recuerdo tiros a los ciervos al pulmón, que me dieron la impresión de seguir intactos. Dos corrieron unos metros y cayeron; empezaron un trote corto, de repente se pararon, y se desplomaron. Si escucha un “flock!" de la bala al impactar con el cuerpo es señal de un disparo al pulmón, y se puede oír hasta 250 metros con viento. Una vez, apostado ya cayendo el sol, disparé con mi 308 a unos 140metros. No oímos el “flock!" y por un segundo creí haberle fallado: pero estaba ahí cerca con un buen impacto en los pulmones.

La caza ética, deportiva y permitida por la ley de cualquier animal salvaje no acorralado en una manera que no le da al cazador una ventaja inapropiada o injusta sobre esas piezas de caza, hace al buen cazador, así como los disparos limpios, sin sufrimiento del animal. Por lo que es menester que sepa dónde disparar.

Un cazador responsable recuerda siempre las reglas de las 4 C:

Cuidadoso, la actitud del cazador está comprometida con las reglas básicas de seguridad con el armamento.

Cortés, el comportamiento del cazador es amable, servicial y atento.

Considerado, el cazador respeta a otros cazadores, dueños de tierras y al público no cazador.

Capaz, las habilidades del cazador, incluyendo puntería, habilidades  en el campo, nivel de conocimiento y buen juicio.