Pero y la PU&$#@@@@!!!!
Las palabras elegantes no son sinceras; las palabras sinceras no son elegantes, así al menos lo dijo cierto chino, muy sesudo él, que se llamaba Lao-Tse, también llamado Lao Tzu, Lao Zi, Laozi o Laocio o don Lao para los cercanos. Vivió por el siglo IV A.C. y se le considera uno de los filósofos más relevantes de la civilización china. Y si el bueno y sabio de don Lao validaba el lenguaje vulgar, él que era contemporáneo del no menos sabio Confucio y también sentó las bases del taoísmo, le dice putee nomás, no se limite y libere sus emociones estertóreamente, profiriendo maldiciones al mismo infierno e indicándole el camino correcto a seguir al autor de su furor.
OPINIÓN28 de octubre de 2023
Valerio Meridio