REVIEW | Cyberpunk 2077 Phantom Liberty: Reivindicarse a lo grande

Una historia de traiciones, conspiraciones, espías, misterios y grandes personajes son algunos de los aspectos que hacen brillar a Cyberpunk 2077: Phantom Liberty. Se trata de la expansión del juego de CD Projekt RED que ya se encuentra entre nosotros y que le da un cierre al desarrollo del título, ya que no seguirá teniendo nuevo contenido.

El DLC añade una campaña, misiones secundarias, encargos y un territorio llamado Dogtown. Este distrito se encontraba en el mapa de Cyberpunk 2077 pero era inaccesible ya que es una zona controlada por una organización delictiva comandada por el exmilitar Kurt Hansen. Con el lanzamiento de esta expansión, podremos ingresar y salir de Dogtown y Night City sin inconvenientes.

Phantom Liberty no fue la única novedad de Cyberpunk 2077, debido a que también lanzaron la actualización gratuita 2.0 que cambió radicalmente la estructura del juego, agregó mecánicas y arregló la mayoría de los problemas que tenía desde su lanzamiento. Cabe destacar que esta reseña se enfoca exclusivamente en Phantom Liberty aunque varios de sus elementos están directamente emparejados con los cambios en el juego base.

Este contenido se desbloquea en un momento particular de la historia original aunque también podemos optar por comenzar una nueva partida directamente en el DLC. Nuestro personaje, V, recibe un misterioso llamado, donde le piden ayuda para rescatar a la presidenta de los Nuevos Estados Unidos, a cambio de una solución a sus problemas que no voy a comentar para evitar spoilers.

Al igual que en el juego base, Phantom Liberty presenta varios finales e, incluso, uno reemplaza a los del juego original. Si a algo nos tiene acostumbrados el estudio polaco CD Projekt RED es que las expansiones que realizan, como ya vimos con Blood & Wine y Hearts of Stone en The Witcher 3, tienen mucho para ofrecer. Felizmente, esta no fue la excepción.

Uno de los aspectos que más disfruté de este nuevo contenido es la profundidad que ofrece a su universo y a los dilemas morales y éticos que presenta, no solo en las misiones principales sino también en las secundarias. Durante Cyberpunk 2077, nos adentramos en Night City y vivimos el ascenso de V en la gran ciudad, siendo nosotros el centro de atención y hasta sintiéndonos importantes por los sucesos que nos acontecen.

Phantom Liberty llega para mostrarnos que no somos más que un bicho de ciudad, una persona intentando sobrevivir en un mundo complejo. La historia que se nos presenta salpica la alta política, donde poderes más grandes que nosotros están en juego: los Nuevos Estados Unidos, la presidenta de la nación, las guerras del pasado, la carrera tecnológica entre las corporaciones y muchos secretos ocultos.

Nuestra búsqueda por sobrevivir nos deja en medio de un juego de ajedrez donde tan solo somos un peón. Esto no quita que no podamos tomar decisiones, aunque sean pequeñas, que puedan cambiar el curso de los acontecimientos. Elegir en quién confiar, si decir la verdad o mentir, si cumplir la misión a rajatabla o tomarnos ciertas libertades son algunas cosas que nos propone Phantom Liberty y funciona de manera increíble.

Lo mejor de esto, es que muchas de estas decisiones son dilemas que no tienen una solución correcta y no siempre es todo blanco o negro. Casi nunca sabemos realmente las motivaciones de los personajes que interactúan con nosotros y confiar en alguien puede ser una tarea muy ardua. Creo que nunca me traicionaron tantas veces en un videojuego y de eso se trata la propuesta: intentar sobrevivir tomando las decisiones que nos parezcan correctas con la poca información que manejamos.

Todo esto no funcionaría sin un desarrollo de personajes que logren cautivarnos, que nos generen sensaciones de familiaridad y desconfianza al mismo tiempo. Este es otro de los puntos altos de Phantom Liberty ya que Solomon Reed, interpretado por el actor Idris Elba, Song Bird, Alex y hasta la mismísima presidenta de los Nuevos Estados Unidos cuentan con personalidades fuertes donde cada vez que interactuamos con ellos sentiremos que hay algo más que no nos están diciendo.

Si bien la actualización 2.0 afecta tanto al juego base como a Phantom Liberty, es aquí donde más brilla los cambios de gameplay debido a la confección de misiones y una estructura que favorece su desarrollo. Por fuera de las misiones principales, secundarias y encargos, ocurren distintos eventos en Dogtown que funcionan para probar nuestras nuevas formas de combate.

Por ejemplo, de manera aleatoria, caen en el cielo paquetes con loot de alto nivel que se señalan con un humo rojo. Siempre que queramos, podemos ir en busca de este equipamiento que está muy bien custodiado por lo que tendremos que abrirnos paso por una gran cantidad de enemigos. Por otro lado, también hay eventos para robar coches y, así, utilizar la mecánica de combate entre vehículos y hasta la posibilidad de recibir coches con armamento incorporado.

A la larga, estos eventos pueden parecer repetitivos pero son una gran alternativa para probar las nuevas formas de juego, conseguir dinero y subir de nivel nuestro personaje. Las clases son mucho más determinantes que en el juego base y elegir si queremos jugar con sigilo, con armas pesadas, arrojadizas, tecnológicas, con armas contundentes o bien, siendo netrunner para hackear a todos. La experiencia de juego cambia muchísimo, la variedad de combate es muy alta y se pueden realizar movimientos muy vistosos y divertidos.

Es importante señalar que en la campaña de Phantom Liberty, al ser una historia de espías y conspiraciones, el sigilo tiende a tomar un papel fundamental. Sin embargo, la mayoría de las misiones podemos realizarlas como queramos y no hay ninguna penalización al respecto. Eso sí, a veces infiltrarnos sin llamar la atención nos evitará muchos problemas.

Por otro lado, la expansión añade nuevas armas e ítems para utilizar en el juego y, también, agrega un árbol de habilidad exclusivo de Phantom Liberty. Habrán distintas máquinas escondidas por Dogtown que, al descubrirlas, nos darán puntos de habilidades para utilizar allí. Si bien no hay una gran cantidad de opciones, hay varias habilidades muy interesantes para desbloquear que potencian y modifican nuestra forma de juego.

Algo que quiero mencionar antes de cerrar la nota es que el juego no está librado de bugs. Tuve que volver a empezar varias misiones ya que no se desarrollaban de la forma correcta y, algunas, no podían terminarse por estos problemas. Si bien esto es algo que seguramente se solucione en actualizaciones futuras, afectó un poco mi experiencia de juego.

Más allá de estos problemas en momentos puntuales de misiones, el rendimiento del juego es muy bueno y fluido. En cuanto a lo sonoro y visual, no hay nada que reprocharle y, sin lugar a dudas, es uno de los videojuegos que más lindos se ven en la actualidad. Esto se puede apreciar tanto en Phantom Liberty como en el juego base con la actualización 2.0. Night City y Dogtown se sienten como ciudades vivas.

En definitiva, Cyberpunk 2077: Phantom Liberty brilla por su arco narrativo, los nuevos personajes que conocemos y por los misterios y dilemas que se presentan. La expansión, que me llevó un poco más de veinte horas terminar, nos trae muchas misiones cinematográficas y momentos tanto emocionales como espectaculares. Elegir en quién confiar y cómo hacerlo nunca fue una tarea tan difícil.

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