
Se publicó en la Ciudad de Buenos Aires entre agosto de 1982 y julio de 1984. Sus treinta y nueve números tuvieron como director editorial a Andrés Cascioli, dueño de Ediciones de la Urraca y editor de Satiricón y Humor.
Toda la existencia de la revista Satiricón estuvo signada por su convulsionado contexto político. El primer número apareció el 10 de noviembre de 1972, es decir, una semana antes del regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina.
Ediciones impresas28 de mayo de 2022Toda la existencia de la revista Satiricón estuvo signada por su convulsionado contexto político. El primer número apareció el 10 de noviembre de 1972, es decir, una semana antes del regreso de Juan Domingo Perón a la Argentina. El último número apareció en marzo de 1976, a pocas horas del golpe de Estado. En medio, sufrió limitaciones, censuras, prohibiciones y clausuras de todos los gobiernos, en especial, el de Isabel Perón y López Rega, cuando Satiricón debió interrumpir su publicación durante más de un año (el número 22 salió en septiembre de 1974; el siguiente, en diciembre de 1975).
Fundada por Oskar Blotta (h), con la colaboración de Andrés Cascioli como director de arte, la revista contó en sus inicios con humoristas experimentados como Basurto, Oscar Blotta (padre), Miguel Brascó, Flax y Faruk (Lino y Jorge Palacio), José Miguel Heredia, Landrú o Siulnas. Sólo unos pocos de estos, como Dante Panzeri, Oski y César Bruto, continuaron trabajando en ella a medida que su humor, poco a poco, se volvía más ácido e irreverente. El equipo incluyó entre los dibujantes, además de sus directores, a Aldo Rivero, Amengual, Bróccoli, Caloi, Ceo, Crist, Fernández Branca, Fontanarrosa, Garaycochea, Grondona White, Ibáñez, Izquierdo Brown, Killian, Limura, Napoleón, Ortiz, Pérez D’Elías, Rafael Martínez, Sanzol, Tomás Sanz, Viuti; y, entre los redactores, a Carlos Abrevaya, Alejandro Dolina, Alicia Gallotti, Viviana Gómez Thorpe, Ernesto Guelperín, Jorge Guinzburg, Mario Mactas, Ricardo Parrotta, Carlos Trillo y Carlos Ulanovsky.
Como señala Mara Burkart en De Satiricón a HUM®. Risa, cultura y política en los años setenta (Buenos Aires, Miño y Dávila, 2017), con la aparición de Hortensia en Córdoba en 1971 y de Satiricón en Buenos Aires en 1972, “irrumpió una nueva generación de humoristas. Estos impusieron nuevos estilos gráficos y temáticos que reactivaron tipos de comicidad que hasta ese entonces estaban replegados como la sátira política y el humor negro, a la vez que renovaron el humor costumbrista. Rápidamente Satiricón se transformó en un boom editorial y en una revista faro para humoristas, periodistas y para otros emprendimientos editoriales que surgieron en esos mismos años”. En efecto, las tiradas llegaron ser de 250.000 ejemplares, según se declara a comienzos de 1974.
En diciembre de 1973 la revista editó un número extraordinario y en 1974 tres revulsivos suplementos titulados Los Humores de Satiricón: Humor Negro 1 (febrero), Humor Negro 2 (junio) y Humor Chancho (agosto), disponibles en Ahira en este enlace. Para octubre estaba anunciado el cuarto suplemento, Humor Social, que no llegó a aparecer porque sobrevino la larga clausura de 1974-1975. Se produjo entonces una diáspora en la redacción. Sus integrantes derivaron a otros proyectos en competencia: Chaupinela y Mengano.
Al fin, Satiricón regresó con un diseño renovado, nuevas secciones y nuevos colaboradores. La secretaría de redacción estaba a cargo de Rolando Hanglin, quien la orientó hacia posiciones más reaccionarias, como lo muestran las entrevistas a Francisco Manrique y Álvaro Alsogaray, la inclusión de redactores como Pepe Peña y Bernardo Neudstadt y la nota en que el propio Hanglin proclama, sin ironía, que ha sonado “La hora del macho” (nº 25, febrero de 1976). Aun así, el proyecto de Satiricón era demasiado irreverente para esos tiempos convulsos, y esta etapa duró sólo cuatro números.
Satiricón
Director: Oskar Blotta (h)
Director estético: Andrés Cascioli
Asesores de dirección y redacción: Carlos Ulanovsky y Mario Mactas (nº 1 a nº 22)
Secretario de redacción: Rolando Hanglin (nº 23 a nº 26)
Fechas de publicación: nº 1, noviembre de 1972 – nº 26, marzo de 1976; publicación mensual
Lugar de edición: Buenos Aires
Dimensiones: 23,5×31,5 cm (nº 1 a nº 17), 21,5×28,5 cm (nº 18 a nº 26)
Digitalización: Martín Greco
Se publicó en la Ciudad de Buenos Aires entre agosto de 1982 y julio de 1984. Sus treinta y nueve números tuvieron como director editorial a Andrés Cascioli, dueño de Ediciones de la Urraca y editor de Satiricón y Humor.
Skorpio apareció en Buenos Aires en julio de 1974, con la dirección de Alfredo Scutti y el sello de Ediciones Record. Fue una destacada revista en la historia de la historieta argentina que, desde el comienzo, buscó establecer una continuidad con otras publicaciones anteriores, como Patoruzú, Misterix, Frontera y Hora Cero. “La propuesta -dice el director en el quinto aniversario- era encontrar un camino que se había perdido y seguir transitándolo en busca de nuevas aventuras”.
Pucará es una revista originada en la provincia de Tucumán, que se anunciaba como "la primera revista de historietas gestada y parida en el interior del país".
La revista Lúpin apareció en Buenos Aires en febrero de 1966. Fue fundada por Héctor Mario Sídoli, Guillermo Guerrero y Guillermo Divito, que habían trabajado juntos en Rico Tipo. Serían los dos primeros los responsables finales de un proyecto que se extendió hasta alcanzar 499 números en más de cuarenta años.
Por primera vez hecha pública en los "quioscos" de la ciudad argentina de Córdoba el 31 de agosto de 1971.
El inicio se dio en los Tribunales de San Cristóbal, en el marco de un proceso por homicidio calificado y tentativa de femicidio. Participaron 12 jurados titulares y 2 suplentes, todos ciudadanos comunes. La Ley N.º 14.253, que establece esta modalidad para delitos graves, fue promulgada por el gobernador Maximiliano Pullaro en 2024. “Es un avance en la participación democrática”, destacaron las autoridades.
La Corte Suprema de Justicia de Argentina se encuentra en la etapa final de deliberación sobre la causa Vialidad, en la que se acusa a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner de administración fraudulenta en perjuicio del Estado. El fallo podría confirmar la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. La decisión tendrá un impacto significativo en el escenario político del país, especialmente en el calendario electoral.
Un fallo histórico que sacude el escenario político argentino.En una decisión unánime, la Corte Suprema de Justicia de Argentina confirmó la condena a seis años de prisión para la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, además de su inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Este fallo, relacionado con la Causa Vialidad, marca un hito en la historia judicial del país y redefine el panorama político de cara a las próximas elecciones. Detalles del fallo y sus implicaciones La sentencia ratificada por los jueces Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti sostiene que Cristina Kirchner fue responsable de administración fraudulenta en la adjudicación de obras públicas en la provincia de Santa Cruz. Según la investigación judicial, entre 2003 y 2015, el empresario Lázaro Báez, allegado a la expresidenta, recibió contratos por 51 obras viales con presuntos sobreprecios y falta de controles adecuados. La defensa de Kirchner argumentó que el proceso judicial tenía motivaciones políticas, pero la Corte Suprema rechazó todos los planteos presentados. Desde el momento de la confirmación del fallo, la pena de prisión comienza a ejecutarse, salvo que se le conceda prisión domiciliaria, una opción viable dado que la expresidenta tiene 72 años y podría solicitar este beneficio basado en su edad. Además, su equipo legal aún tiene la opción de presentar apelaciones ante instancias internacionales, aunque difícilmente logren revertir la decisión del máximo tribunal argentino.