
¿Cuál 3 de febrero deberíamos honrar? ¿ La batalla de San Lorenzo en 1813, o la de Caseros de 1852? En una, con nuestro máximo héroe nacional al mando de sus Granaderos cubriéndose de gloria en su Bautismo de Fuego. En la otra Urquiza permitiendo que la bandera brasilera ondeara por primera vez, victoriosa, en nuestra capital nacional, cosa que no habían logrado en dos guerras anteriores, pese a su abrumadora superioridad bélica sobre los argentinos, que solo oponían su bravura. Seguro algunos conocen solo la historia que llevó a los grandes monumentos de Urquiza, olvidando que fué Rosas a quién San Martín legó su sable, el mítico corvo, por enfrentar exitosamente a las dos mayores potencias mundiales de la época, Reino Unido y Francia. Imagínese, como hoy combatir con éxito contra EEUU y China juntos. Sin dudas San Martin, hombre adusto y poco dado a gestos apasionados, como el soldado que era, nos da una pista.