
Estamos a punto de emitir voto presidencial, y se percibe a muchos que lo harán desde el estómago, el miedo y la desesperación, no desde la razón. Ya nadie recuerda el sacrificio extremo de quienes libertaron la Patria. No los recuerdan, ni a ellos, ni sus principios, recordarlos es sinónimo de vergüenza de si mismos y su proceder. Olvidan que por la grandeza de la Patria, no hay nada que se deba pedir perdón y todo por dar.