La mancha de humedad

No solo consulto internet, lo hago con amigos y conocidos. Las soluciones son tan disímiles como variopintas. Nadie llega a tener una respuesta sencilla y contundente. Parece que la pelea será dura desde el principio.

Vermucito de por medio, con un amigo, me explayo en mi pernicioso lamento sobre la mancha de humedad, mientras la miro fijamente. En vez de darme orientación o algo de positividad, después de mirarla brevemente y con desdén, me dice lúgubremente que mis problemas recién empiezan, viene El Niño.

En fin, creo que no se merece la picada que preparé con esmero, pues me dejó intrigado. ¿Será que la mancha crecerá a sus anchas? después de todo venimos de una sequía terrible, es mas, después de años me agencio una lancha, sólo para que el río casi se seque haciendo azarosa la pesca. Volvamos a investigar, porque sino hay que asegurarse de hacer un buen mantenimiento mayor, un caro mantenimiento mayor, y en estas épocas...

Abocado a la tarea descubrir que se pronostica sobre esta corriente de El Niño, empiezo a fruncir el ceño con un nuevo descubrimiento científico. Inesperadamente, el Océano Pacífico oriental se está enfriando. Si esta “lengua fría” continúa, podría reducir el calentamiento de los gases de efecto invernadero en un 30 por ciento. Eso si es una buena noticia. 

Pero yo recuerdo claramente que los modelos climáticos han predicho que a medida que aumenten las emisiones de gases de efecto invernadero, las aguas del océano se calentarán. Que este verano será caliente como pocos, que por mas aire acondicionado que encienda, estaré supeditado a la buena voluntad de los paraguayos, ya que los muy taimados nos restringen la energía de Yaciretá, y seguramente nos acordemos de sus madres mientras sudamos la gota gorda.

Sin embargo, en una parte del Pacífico está sucediendo lo contrario. Alargándose hacia el oeste desde la costa de Ecuador a lo largo de miles de kilómetros se encuentra una franja de agua que se ha estado enfriando durante los últimos 30 años, desafiando todas las predicciones.

La lengua fría ecuatorial, señalizada en azul, se extiende hacia el oeste por el Pacífico desde la costa norte de Perú.

De hecho, se sabe que siempre ha estado más fría que el resto del Pacífico.
Y es que, por la propia circulación de la atmósfera, los vientos alisios, que se mueven de este a oeste, arrastran el agua caliente de la superficie, lo que hace que la más fría de las profundidades ascienda.
Sin embargo, la gran incertidumbre que no se ha logrado explicar por años es por qué la lengua fría ecuatorial no se calienta como todos los estudios indican que debería suceder. Mientras en otras zonas del mundo los modelos aciertan en cuanto al calentamiento oceánico, por alguna razón, esa zona al noroeste de Perú es la excepción: no ocurre como los números dicen que debía de ser.

¿Por qué importa la lengua fría ecuatorial? porque tiene un papel fundamental en el clima global: es uno de los factores que influye en el evento El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), un patrón natural que causa el enfriamiento o el calentamiento de la superficie del Pacífico oriental. En dependencia del ciclo en que se encuentre El Niño, las fuertes lluvias o las grandes sequías pueden asolar gran parte de América, Asia y África oriental. Y de hecho, esta lengua de agua fría fue utilizada por muchos que negaban el cambio climático o el calentamiento global. Pero el Pacífico tropical se está moviendo a un estado donde las aguas se están calentando en todas partes pero no en la lengua fría, entonces el ENOS cambiará casi seguramente en amplitud, frecuencia y otras formas. El hecho de que la lengua fría no se caliente como lo esperado tendrá un impacto en las sequías en el sudoeste de América del Norte y en la parte subtropical de Sudamérica y África oriental. Y los efectos podrían ser peores de lo que sugieren los modelos más complejos.

El futuro de la lengua fría podría determinar si California se ve afectada por una sequía permanente o Australia por incendios forestales cada vez más mortíferos. Influye en la intensidad de la temporada de los monzones en la India y en las posibilidades de hambruna en el Cuerno de África. Entre muchas otras cosas.

Por ejemplo, el mundo tiene gran cantidad de desiertos, que al igual que los humanos presentan una tendencia a la expansión, hasta un 40% de la superficie total de la tierra. muchos de ellos, la mano del hombre los ha modificado, transformándolos en espacios verdes y cultivables.

Estos yermos ahora cultivables se han dado por todo el mundo, pero no en el caso de Sudamérica. Pero a lo largo de estos últimos 20 años, los satélites han revelado un impresionante fenómeno en las costas desérticas desde el norte de Perú hasta Chile, se han vuelto verdes. Bien es sabido de la política peruana de industrialización y agricultura en estas zonas, pero sólo son responsables de una mínima parte del fenómeno, el resto es responsable el calentamiento global y al parecer la lengua de agua fría.

A lo largo de 2800 km de estas costas existen oasis de niebla dispersos por toda la zona. Esto lo ha hecho hogar de una vegetación única y extraordinaria, en dónde antes sólo había aridez. Esta niebla la produce el mar, y la vegetación obtiene el agua de ella,  pues el promedio de lluvias es de escasos 3 a 13 mm anuales, y muchos años ni siquiera llueve. Este reverdecer  de los últimos 20 años, es considerado una bendición para toda la flora y la fauna. Pero también representa un riesgo para la delicada distribución natural de la zona.

Los megaproyectos peruanos de irrigación también se están extendiendo por la ya mencionada agroindustria, añadiendo más verde a toda la región. Si bien a esto lo ven positivo los residentes, están modelando algunos sectores intermedios que corren el riesgo de deteriorarse y desaparecer.

Ok, todo muy curioso e interesante, pero... ¿Y  mi mancha de humedad? ¿Lloverá más por estos lares o habrá sequía? Según un reporte de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) a partir de informes internacionales, la proyección de precipitaciones por encima de la media que genera este fenómeno se recortó de un cálculo inicial de 40% a 60% a un rango de 30% a 40%. Después de sufrir durante tres años consecutivos los devastadores efectos de La Niña en los cultivos, con una severa sequía, la llegada del fenómeno El Niño, que suele generar precipitaciones por encima de lo normal, para la campaña gruesa 2023/2024 es motivo de atención y análisis para los productores. Lo que antes se esperaba como un Niño fuerte pasó a ser moderado.

O sea, esto cambió de un mes para otro, y culpan las anomalías de las temperaturas que se miden en el Pacífico Ecuatorial. La lengua fría otra vez? Como decía mi abuela, las lenguas solo crean confusión, mientras miraba doña Díaz, de batón, ruleros y escoba en la vereda de en frente.

Como todo buen misterio, para un neófito del tema como yo, esta es una historia de intriga, confusión y teorías contrapuestas. Los expertos aún no lo han dilucidado del todo, mal podré yo hacer una proyección. Así que por lo pronto me limitaré a llamar a Mauri, después de todo, el vive de mantener lejos la manchas de humedad.